sábado, 7 de marzo de 2015

Antecedentes

La navegación ha tenido un importante papel en la historia de la humanidad. Desde las primitivas barcas egipcias, a los perfeccionistas clippers construidos en Inglaterra y EEUU pasando por las carabelas utilizadas por los europeos.
A lo largo de la historia de la humanidad, las diversas culturas han utilizado distintos tipos de embarcaciones para transportarse a través de las aguas.
Por medio de las rutas de navegación, el hombre se hizo a la mar en busca de nuevos mundos, descubrir nuevas civilizaciones, rutas comerciales.
Las rutas de la navegación surgieron, entre otros motivos, para aprovechar los recursos alimenticios que ofrece la pesca, también con el fin de realizar intercambios.
La estructura de los barcos fue cambiando con el tiempo: se empezaron a utilizar mástiles de palmera o bambú de los malayos, la tela de lino de los fenicios o cuero de los Vénetos.
Las mejoras técnicas en la construcción permitieron incrementar el tamaño, los grandes navíos en línea llegaban a armar cien cañones. Las fragatas y bergantines, además de aumentar la capacidad, mejoraban en maniobrabilidad y velocidad. El sistema bélico, hacia final de siglo, pasa de tener una sola vela cuadrada en cada mástil, a tener varias.
Un elemento que mejoró la navegación fue la rueda del timón que permitía una más cómoda y segura transmisión desde la cubierta a la pala del timón. Se mejoró la capacidad del casco, el rendimiento del aparejo, la velocidad y la maniobrabilidad, especialmente en las últimas décadas del siglo XVIII y las primeras del XIX.

Tras el descubrimiento del cronómetro y del octante que permiten calcular con precisión la posición del navío en la mar, determinando la longitud y la latitud, se desarrollaron las técnicas de navegación.

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